Lleno en el primer Café Tertulia de la temporada
Lleno ayer tarde en la Sala de Exposiciones de la Peña El Sombrero para dar la bienvenida a esta nueva iniciativa de la editorial Anáfora: el Café-Tertulia, una charla relajada en torno a libros y compartida por más de un autor, en la estela de aquellos cafés literarios que tanto hicieron por prestigiar las letras y la creación artística en un ambiente proclive a la participación y al intercambio de experiencias y pareceres. Para mí fue un placer inaugurar la serie junto a mi hermano Juan Manuel, compañero en Anáfora. Miguel Ángel Magnani hizo la introducción, yo leí y comenté tres microrrelatos del libro de mi hermano, Recados veniales, y él leyó y comentó un relato de mi libro Notas al margen.
Siguieron más comentarios y anécdotas, y el público participó tímidamente. La simbología del ajedrez articuló, medio en broma, toda la sesión, remitiéndonos al peso de un tema esencial en la literatura y en la vida como el del paso del tiempo, y dándonos la oportunidad de continuar aquella partida que empezamos en la playa hace más de cuarenta años. Después de acordar tablas, pudimos finalmente iniciar los posados finales para las fotos de grupo. Una tarde muy familiar, y para mí, entrañable. Enhorabuena para Anáfora por una innovación ciertamente interesante que empieza de un modo tan prometedor.
por Carlos Pérez Torres